Ciertas fotografías, al circular en contextos visuales asociados a conflictos y reivindicaciones étnicas y culturales, van adquiriendo significaciones ideológicas que potencian construcciones visuales que devienen en un tipo de sujeto mapuche, guerrero y combativo.
Estas fotografías utilizadas por los mapuche, desde lo endógeno, adquieren un peso existencial tal, que permiten la construcción de una estética visual que pone al centro un individuo como representante de todo un pueblo. Este es el uso de imágenes en el contexto étnico y político, donde el conflicto, la lucha actual y sobre todo la resistencia del pueblo mapuche, es lo fundamental. Este sentido existencial testimonia y reafirma planteamientos reivindicativos que se sustentan en una visualidad ideologizada, que forma parte fundamental del discurso contemporáneo de esta etnia.