En esta modalidad visual, la fotografía del indígena del desierto y del altiplano es necesariamente adscrita a las variantes contemporáneas de la imagen fotográfica, sobre todo a la aplicación de lenguajes y estéticas propias de las artes visuales. Relativizadas y subjetivadas por las autorías particulares y las formas creativas y específicas del registro visual actual, los límites entre lo artístico y lo documental se estrechan, quedando esta producción expuesta a nuevos contextos de soporte, circulación e interpretación. La estética de lo andino es conducida así a una reflexión crítica más que a la contemplación. Los dispositivos visuales como planos y encuadres se relativizan y son aplicados de tal manera que la construcción visual sea más una sugerencia estética, que reactualiza los imaginarios y resignifica la noción de lo originario, que la representación formal y didáctica de los habitantes del desierto y el altiplano.