La fotografía como sistema convencionalizado de representación visual, es decir como una construcción visual de la realidad, hace posible la puesta en escena de una ritualidad de lo étnico, de lo exótico; en el caso de Tierra del Fuego destacando las particularidades estéticas de lo herculeano y lo troglodita.
Indumentaria y pintura corporal enfatizan la condición de los cazadores y canoeros.
Los cuerpos de los Selk’nam son parte de una coreografía, donde el gesto de la vitalidad y de la fuerza se complementa con un pintura corporal que destaca su presencia escénica.
Contrariamente, los cuerpos de los Kawésqar no presentan un sentido coreográfico, porque a pesar de mostrar pintura corporal, sus gestos están detenidos, ajenos al movimiento dramático que requiere el ritual.